APOCALIPSIS DE PEDRO
(Fragmento griego de Akhmin)
1. ... muchos serán falsos profetas y
enseñarán caminos diversos y doctrinas de perdición 2
Y llegarán a ser hijos de la perdición. 3 Entonces Dios vendrá a mis fieles, los que tienen hambre y sed
y están afligidos y purifican sus almas en esta vida, y juzgará a los hijos de
la iniquidad.
4. Además dijo el Señor: Vayamos a la
montaña y oremos. 5. Y yendo con Él,
nosotros los doce apóstoles, le suplicamos que nos mostrara a uno de nuestros
hermanos justos, que había muerto, para que pudiéramos ver qué clase de forma tenía;
y tomando valor, también pudiéramos animar a los hombres que nos oyesen.
6. Y cuando oramos, repentinamente
aparecieron dos hombres parados hacia el Este ante el Señor, a quienes no
podíamos ver. 7. Emitían
un rayo como del sol de sus semblantes, y sus vestiduras brillaban de un modo
jamás visto por ojos humanos. No hay boca capaz de expresar, ni corazón que
pueda concebir, la gloria con que estaban dotados, ni la belleza de su aspecto.
8. Y cuando los miramos,
quedamos maravillados, porque sus cuerpos eran más blancos que la nieve y más
rojos que las rosas; 9. Y
el rojo se unía al blanco con tal belleza que no puedo expresarla con palabras.
10. Sus cabellos eran
rizados y brillantes y caían elegantemente por sus rostros y por sus hombros
como una guirnalda tejida con plantas aromáticas y flores de colores variados,
o como un arco iris en el cielo. Tal era su apariencia.
15. Y el Señor me mostró una región muy grande fuera de este
mundo, con luz extremadamente brillante, donde los rayos del sol iluminaban el
ambiente; y la tierra era feraz, con brotes que nunca se marchitaban; y llena
de especias y plantas siempre florecientes e incorruptibles, produciendo frutos
benditos. 16. Y había tanto perfume que el aroma llegaba incluso hasta
nosotros.
20. El Señor nos dijo: Éste es el lugar de los líderes
(sacerdotes principales) de ustedes, los hombres justos. 21. Vi también otro
lugar frente a éste, terriblemente triste, y era un lugar de castigo, y los que
eran castigados y los ángeles que los castigaban vestían de negro, en
consonancia con el ambiente del lugar. 22. Y algunos de los que estaban allí
estaban colgados por la lengua: éstos eran los que habían blasfemado del camino
de la justicia; debajo de ellos había un fuego llameante y los atormentaba.
23. Y había un gran lago, lleno de cieno ardiente, donde se
encontraban algunos hombres que se habían apartado de la justicia; y los
ángeles encargados de atormentarlos estaban encima de ellos.
24. También había otros, mujeres, que colgaban de sus cabellos
por encima de este cieno incandescente; éstas eran las que se habían adornado
para el adulterio. Y los hombres que se habían unido a ellas en la impureza del
adulterio pendían de los pies y tenían sus cabezas suspendidas encima del
fango, y decían: No creíamos que tendríamos que venir a parar a este lugar.
25. Y vi a los asesinos y a sus cómplices echados en un lugar
estrecho, lleno de ponzoñosos reptiles, y eran mordidos por estas bestias, y se
revolvían en aquel tormento. Y encima de ellos había gusanos que semejaban
nubes negras. Y las almas de los que habían sido asesinados estaban allí y
miraban al tormento de aquellos asesinos y decían: ¡Oh Dios!, rectos son tus
juicios.
26. Muy cerca de allí vi otro lugar angosto, donde iban a parar
el desagüe y la hediondez de los que allí sufrían tormento, y se formaba allí
como un lago. Y allí había mujeres sentadas, sumergidas en aquel albañal hasta
la garganta; y frente a ellas, sentados y llorando, muchos niños que habían
nacido antes de tiempo; y de ellos salían unos rayos como de fuego que herían
los ojos de las mujeres; éstas eran las que habían concebido fuera del
matrimonio y se habían procurado aborto.
27. Y otros hombres y mujeres eran quemados hasta su mitad, y
arrojados a un lugar oscuro y golpeados por espíritus malvados; y sus entrañas
eran devoradas por gusanos que nunca acababan. Y éstos eran los que habían
perseguido a los justos, y los habían entregado [a la muerte].
28. Y cerca de aquellos, había nuevamente hombres y mujeres
que se mordían sus propios labios en tormentos, y eran heridos por un hierro
candente en sus ojos. Y éstos eran los que habían blasfemado y difamado el
camino de la justicia.
29. Y enfrente a éstos, otros hombres y mujeres se mordían
sus lenguas, y tenían fuego ardiente en sus bocas. Y éstos eran los que habían
sido testigos falsos.
30. Y en otro lugar había guijarros más puntiagudos que
espadas o que pinchos, candentes; y unos hombres y mujeres andrajosos, con
harapos inmundos, rodaban sobre ellos en tormento. Y éstos eran los que habían
sido ricos y confiaban en sus riquezas, y no se compadecían de los orfanatos y
las viudas, y desdeñaban los mandamientos de Dios.
31. Y en otro gran lago, lleno de materia hedionda (pus) y
sangre y cieno ardiente, se encontraban unos hombres y mujeres sobre sus
rodillas. Y éstos eran los que habían sido usureros, y demandaban interés sobre
interés.
32. Y otros hombres y mujeres eran arrojados desde un gran
abismo, y cuando llegaban al fondo, eran conducidos nuevamente hasta la cima
por aquellos que estaban sobre ellos, volvían
a ser arrojados, y su tormento no tenía fin. Y éstos eran los que habían
profanado sus cuerpos comportándose como mujeres, y las mujeres que estaban con
ellos eran las que se habían acostado entre ellas, como si fueran hombres con
mujeres.
33. Y junto al abismo estaba un lugar lleno de fuego, y allí
se encontraban los hombres que habían tallado con sus propias manos imágenes
para sí mismos suplantando a Dios. Y junto a éstos estaban otros hombres y
mujeres con varas de fuego, y se golpeaban unos a otros, y no cesaban de
atormentarse de esta manera.
34. Y, cerca de ellos, otros hombres y mujeres se quemaban,
revolvían, y asaban. Y éstos eran los que habían abandonado el camino de Dios.
Fuentes: vers. 21 - 26: Patrología, por Johannes Quasten, BAC y los restantes versículos fueron
traducidos del inglés de http://wesley.nnu.edu/noncanon/apoc/apcpete.htm y de http://www.newadvent.org/fathers/1003.htm
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