GRANADA, EL SUMUN DE LA TAPA

Ni flamenco ni toros ni sangría: la verdadera embajadora de España es La Tapa.

GRANADA, EL SUMUN DE LA TAPA

Al llegar a la antigua capital del Reino de Granada, la ciudad de la Alhambra, lo primero que impacta es su belleza. Lo segundo, su gastronomía. Y es que la ruta de las tapas no puede ser más agradable. Aquí la tapa la ofrece el dueño del bar, es decir, no la escoge el visitante. Sin embargo, casi siempre son tan acertadas que esto no resulta un inconveniente. Desde quesos y embutidos, hasta migas con tropezones y habas con jamón, a la hora de buscar lugares de tapeo no hay que perderse la antigua judería (ahora barrio del Realejo), la célebre calle Elvira, la calle Navas o el Paseo de los Tristes, al ladito de la Alhambra.

En la Plaza del Campo del Príncipe, es conocido el bar La Esquinita, donde te sirven muy buen “pescaíto” o El Altramuces, recomendado por sus caracoles o sus codornices. A la altura del número 5 de  la calle Elvira, encontrarás un clásico de toda la vida como es Antiguas bodegas Castañedas. Si te apetecen patés, chacinas y quesos, en la Plaza Nueva encontrarás el lugar ideal: La Gran Taberna. Y en caso de querer visitar una auténtica bodega no dejes de ir a El Espadafor, en la Gran Vía de Colón 59, donde podrás degustar sus habas con jamón y carne a la pimienta. El Albaicín, declarado patrimonio de la humanidad, no es un barrio típico de tapeo pero es de obligatoria visita del mismo modo que el barrio del Sacromonte, aunque sea sólo para degustar su famosa tortilla, que contiene mollejas y criadillas de cordero, especialidad de Los Manueles (Reyes Católicos), una taberna inaugurada en 1907. Sólo apto para estómagos muy preparados.